Definimos a la técnica de DLM, Drenaje Linfático Manual, denominándola drenaje en vez de masaje, dadas sus peculiares características. El término drenaje, es la acción por la cual se da salida al exceso de agua en los terrenos húmedos o pantanosos, abriendo en ellos zanjas o instalando cañerías que favorezcan el desagüe. La tierra se ve beneficiada estando en perfecto estado para el cultivo después de practicado un drenaje. En nuestro organismo se produce la regulación del exceso de líquido acumulado en el tejido conectivo laxo por medio de:
- La permeabilidad del capilar sanguíneo.
- El juego de presiones a nivel del espacio de la microcirculación.
- La estructura en sí del capilar linfático.
Teniendo en cuenta este aspecto, se deduce la vital importancia que representa el equilibrio de los líquidos corporales para asegurar en todo momento un medio ambiente sano y adecuado a las necesidades del metabolismo celular.
El sistema linfático participa en la regulación del equilibrio hídrico, ayuda en la eliminación de productos de desecho celulares e interviene en la respuesta inmunológica del cuerpo.
El sistema linfático tiene dos funciones importantes:
A través del sistema linfático (vasos linfáticos distribuidos por todo el cuerpo), contribuye a mantener el equilibro de los tejidos orgánicos, regula el fluido intersticial, al drenar y transportar macromoléculas (proteínas, ácidos grasos de cadena larga, sustancias extrañas y líquidos) que por sus características no pueden ser devueltos a la circulación sanguínea para ser conducidos y eliminados.
Como parte del sistema inmunitario de defensa, en todo aquello que concierne al tejido linfoide u órganos linfoides, en la producción de células y anticuerpos para la defensa del organismo.
Es una técnica manual que requiere trabajar las distintas manipulaciones que se aplican basándose en las teorías que facilitan su aprendizaje. La sutileza de sus manipulaciones se caracterizan por ser aplicadas:
- Sin friccionar ni resbalar sobre la piel.
- Aplicando una fuerza justa en la dirección adecuada para cada zona y para cada caso.
- A un ritmo pausado, monótono y armónico.
- Con una fase de contacto, presión y descompresión en cada uno de sus movimientos.
Con presiones más débiles que las del masaje tradicional, alcanzando aproximadamente entre 15 y 40 Trr. (unidades de presión) según la zona de que se trata.
INDICACIONES
- Trastornos neurovegetativos: Estrés, insomnio.
- Retención de líquidos.
- Edemas de origen traumático.
- Edemas por intervenciones quirúrgicas.
- Trastornos ostomusculares y del tejido conjuntivo.
- Edemas locales del sistema nervioso central o periférico.
- Problemas neurológicos: braquialgias, esclerosis múltiple, síndrome de Dawn.
- Trastornos vasculares periféricos.
- Inflamaciones crónicas en vías respiratorias, auditivas y trastornos pulmonares.
- Indicaciones dermatológicas.
- Trastornos del aparato digestivo.
- Trastornos oftalmológicos.
- Quemaduras.
- Fibromialgia.
- Artritis y artrosis.
- Celulitis, tratamientos estéticos: faciales y corporales.
CONTRAINDICACIONES ABSOLUTAS
- Tumores malignos.
- Infecciones agudas.
- Trombosis, flebitis, tromboflebitis.
- Edema cardiaco.
- Reacciones alérgicas.
- Varices tortuosas y con relieve.
- Crisis asmáticas.
CONTRAINDICACIONES RELATIVAS (Con valoración médica)
- Cánceres tratados. (Permiso oncológico).
- Inflamaciones crónicas.
- Trastornos funcionales de tiroides.
- Asma bronquial y bronquitis asmática.
- Trombos recientes. Flebitis. Tromboflebitis.
- Hipotensión arterial (puede bajar la tensión).
- Trastornos del abdomen. Menstruaciones. Embarazadas.
- Cistitis. Apendicitis. Cólicos.
- Síndrome de seno carotideo. Precaución en cuello.

